Charles Rennie Mackintosh nace el 7 de junio de 1868 y muere el 10 de diciembre de 1928 fue arquitecto, diseñador y acuarelista escocés, de importancia fundamental en el movimiento llamado Arts & Crafts y máximo exponente del Art Nouveau en Escocia.

Se le considera protomodernista, trata de reformar el arte rompiendo con lo anterior. Era parte de los llamados “Los cuatro” de Glasgow, creado en 1897.

Uno de los arquitectos más destacado de los personajes relacionados con el Art Nouveau (incluyendo a Victor Horta), pero después de 1913 no recibió más encargos y murió en la miseria.

Las mayores innovaciones de este artista las veremos en la ciudad de Glasgow donde se forman un pequeño grupo de cuatro artistas, el más importante es Mackintosh. Comenzó diseñando mobiliario y se hace muy famoso en Europa. Comienza a trabajar con la Sezzesión Vienesa. Se observa en él influencia de la obra gráfica de Blake, de motivos celtas, influye particularmente los prerrafaelitas como Rossetti. La influencia neogótica es más evidente.

En su obra predomina la línea recta frente a la curva. La exuberancia se reduce a favor del rigor geométrico. 

Oposición de contrarios, dentro-fuera, color-sobriedad, geometría-elegancia, lo que distingue es lo interior (femenino) con el exterior (masculino). El interior de los edificios es donde predomina el color, línea, pero buscando tramas, elegancia. Lo exterior es la zona de planos rectos, mínimo color, etc. Fusión por tanto de lo orgánico y lo matemático. 
 Decoraciones de salones de te (Tea Rooms) 1896-1916

Estos salones los diseña y redecora gracias a la dueña, Katherine Cranston. También eran salas de reunión, restaurantes, etc. Lo que hace es llevar a las paredes los diseños que hacía para carteles. Desarrolla motivos que se relacionan con el modernismo tales como, figuras femeninas, decoración floral, pavos reales, etc.

Con el paso del tiempo llega a rediseñarlos. El mejor ejemplo es:

 Salón de té del Sauce (Willow tea room) 

Al estar condicionado por la dueña, crea espacios muy elegantes. Tenía que continuar la tendencia del resto de salones y la obra no era de nueva planta, por tanto, está muy restringido. En el mobiliario se ve la tendencia a la línea recta.

Iglesia presbiteriana de San Mateo 1898-1899

Condicionado por su formación neogótica. Es de sus primeras obras. La rapidez de las obras se debe a la urgencia de la iglesia, condicionando así sus características, su sencillez que después se convertirá en su elemento de identidad.

Era un edificio construido con bastante rapidez, algo poco común en este arquitecto. Determinado por su sencillez. Planta sencilla y rectangular, engloba la parte del coro, los pórticos, no se complica a la hora de desarrollar la planimetría.

Se desarrollan dos fachadas de las cuatro que tiene el edificio. Las dos fachadas se aglutinan con la torre del campanario. En las primeras obras hay influencia neogótica, contrafuertes con arbotantes y pináculos, vanos ojivales. La segunda fachada solo se anima con una gran vidriera. La zona de la torre campanario es muy maciza, con la particularidad de estar embutida la escalera. Torreta dentro de torre donde está la escalera que forma parte de la estructura. 

Prefiere en sus composiciones las líneas rectas, los planos netos, superficies lisas, volúmenes muy marcados. Ondula los muros de manera muy ligera, que se ve en la parte alta del campanario, pero es algo muy sutil. 

Al interior la cubierta es una bóveda ojival, lo que ocurres es que se realiza en madera y parece la quilla de un barco al revés (punto de conexión con lo celta y lo vikingo). Lo que hace es cimentar la cubierta con tirantes.

Son arquitectos que se encargan de la arquitectura integral, el mobiliario es también diseñado por él. Las placas de madera que cierran la tribuna, algunas con una especie de colgaduras pero también en madera. Púlpito, los coros, la zona del altar, gusto por la línea tendente a la verticalidad. Los motivos son de raíz naturalista pero tremendamente estilizados, como en el púlpito tulipanes.

 

Escuela de arte de Glasgow 1898-1899

Tradición escocesa inglesa, el peso se mantiene siempre. Es la obra más importante de Mackintosh. Gana el concurso de 1897 para hacer esta escuela. Se comienza al año siguiente y se finalizará dos años después del concurso, pero después se hace una ampliación en 1907 también por Mackintosh.

El solar era irregular, y las fuentes de luz eran también irregulares, con la función un tanto compleja, sintetiza el edificio con zonas más abiertas, y otras más cerradas, con más o menos luz, pero muy funcional, muy complejo a pesar de su apariencia.

La planimetría es muy lineal, todo el edificio se desarrolla de manera longitudinal para aprovechar la luz. Tres aulas a un lado de la entrada, y cuatro al lado contrario, asimétrico en la fachada de entrada se vuelcan las aulas para tener más luz. Flanqueando la fachada se encuentra una escalera con una galería de arte. A los extremos encontramos a un lado la biblioteca y al otro los despachos. 

Edificio hecho en granito y ladrillo, el peso de la piedra es evidente. Mackintosh pensaba que el hierro y el vidrio nunca sustituirían a la piedra, porque no tenían masa, y aunque los utiliza, nunca como elementos sustentantes en la estructura de sus edificios (Recordar a Ruskin), solo con un sentido decorativo, pero la decoración tampoco tiene nada que ver con el modernismo y sus curvas, sino mucho más esquemático, flores simples…Las flores de hierro de sus ventanales son tulipanes muy estilizados. 

La fachada principal asimétrica llama la atención la portada, siempre hay una rémora del pasado, típicamente británicas, los ventanales poligonales y la presencia en el tercer piso de la terraza con forma de torreta embutida en el muro. Acentúa la asimetría de la fachada en el lado izquierdo por estar inclinado.

Ampliación de 1907:

Lo que hace es rediseñar el edificio. Tres grandes miradores de doble altura, y con las ventanas metálicas reticuladas, tienen un aspecto más dramático e inestable. Marca el contraste entre horizontal y vertical. La razón de este cambio es para diferenciar la función volumétricamente.

Además de este matiz simbólico, era funcional, para favorecer la luz natural de la biblioteca. El desnivel de la calle es enorme, y se ve obligado a adaptarse a él.

La puerta de acceso y ventanales están rodeados de piedra que iba a decorar con motivos vegetales estilizados, pero los promotores decidieron que era demasiado caro un simple añadido decorativo, y gana de esta manera, sin querer en severidad.

El interior de la biblioteca, y como lo último interesante que realiza el arquitecto. En madera oscura, austero, sobrio, lo más llamativo es la galería de madera, en los paneles de la tribuna alterna paneles lisos con otros que simulan colgaduras de recuerdo gótico.

El techo con lámpara diseñada por Mackintosh de influencia medieval, cuelga de cadenas como los candelabros de los castillos medievales.

Viviendas privadas.

Windyhill 1899-1901 En Escocia, cerca de la capital. Aislada de la zona rural, pudo motivar al arquitecto para hacer algo más original, pero no es así. La volumetría es muy utilizada y recurrente, nada innovadora, y al exterior materiales habituales en la zona: pizarra, y el tejado a dos aguas en pendiente muy aguda, con muros protegidos de la lluvia, el ladrillo es rugoso, mezcla de cemento y guijarros para proteger del viento. Adapta el edificio al clima. 

Empieza a jugar con los volúmenes entrantes y salientes, es decir, con la variedad volumétrica, como por ejemplo las chimeneas todas distintas, y las ventanas de varios tamaños y formas, esto será importantísimo en el Protorracionalismo, abrir ventanas según la habitación que haya detrás, adecuación de la arquitectura a la función de la habitación. 

Hill House 1902-1903

Vivienda más ambiciosa, cerca de Glasgow. Con entrantes y salientes de volúmenes. Planta en “L”, fachadas toscas pero no hay ninguna principal. En el exterior todo muy armonizado y sobrio, se da mucho peso a lo cúbico y los volúmenes. Condicionado por la tradición de la zona, los bow windous, la pendiente inclinada del tejado, serán las chimeneas en esquina lo más peculiar. Un mismo volumen se descompone en un mismo plan, remite a lo masculino, y en el interior predomina lo femenino.